De vuelta estamos. Y de Córdoba ayer llegamos.
Un divertido fin de semana en el que no veas lo que andamos… pero eso si, esta vez por adoquinados.

En esta ocasión, sustituimos las sendas montañeras y el bocata en la cumbre por el pateo entre callejuelas.
Viernes
Tras unos 550 kilómetros, que traducidos en horas de autobús fueron na mas que 7 horitas de na, paradas incluidas claro, llegamos el Viernes a Córdoba a las 22.30 desesperados por cenar. Si es que son como niños, que en el momento se les pasa la hora no pueden esperarse.

Sábado
El sábado por la mañana estuvimos de visita por la judería y la mezquita (y catedral) de Córdoba.
Luego pudimos disfrutar del deporte local, el tapeo, degustando el típico salmorejo. 
Acabamos la jornada matutina tumbados en una típica teteria antes de hacer la siesta de la tarde, todo ello por el bello casco histórico de la ciudad.
Recordaros que parte del casco antiguo de Cordoba es Patrimonio de la Humanidad y la grandiosa mezquita que impresiona a cualquiera que la visita nos recuerda nuestro pasado árabe, época de esplendor del Califato del cual tenemos innumerables legados en la ciudad.
Tras la correspondiente siesta y la cena en el hotel de nuevo a andar otro poco y como sábado que era hubo que acabar tomando alguna copa, que en el algunos casos fueron copas de mas. La noche acabó con partida de chichón y todo.
Domingo
El Domingo visitamos la Medina Azahara, cuyos restos muestran la ciudad construida en época del califato en un monte a 7 km de Córdoba con vistas al valle del Guadalquivir.

Al igual que en el resto del viaje estuvimos acompañados por una guía local que nos iba explicando todas las cosas.
Tras la necesaria cerveza emprendimos rumbo de vuelta a tierras levantinas parando como no para comer.
Resumen
Un divertido y cultural viaje por tierras andaluzas en el que pudimos disfrutar de un clima esplendido, buen tapeo, algo de cultura y como siempre, buena compañía.
Hasta la próxima!